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Hallan pareja congelada en glaciar hace 75 años

Marceline y Francine Dumoline desaparecieron en los Alpes Suizos durante la Segunda Mundial. Sus restos fueron hallados 75 años después, momificados en un glaciar.Los cuerpos perfectamente preservados yacieron cubiertos por la nieve durante 75 años

Marceline y Francine desaparecieron el 15 de agosto de 1942, cuando salieron a un amplio prado cerca de su granja a ordeñar las vacas. Nunca regresaron con su familia, que incluía sus seis hijos pequeños.

Francine y Marceline desaparecieron en las montañas de Suiza en el año  1941
Francine y Marceline desaparecieron en las montañas de Suiza en el año 1941

 

Durante una operación rutinaria de mantenimiento para prevenir avalanchas de nieve la semana pasada, un trabajador encontró los cuerpos congelados de un hombre y una mujer. Los cadáveres se conservaron en el glaciar Tsanfleuron, cerca de una gran cantidad de estaciones de esquí a 2.600 metros de altitud.

“De lejos, parecían pequeñas piedras, pero había demasiadas en el mismo lugar”, Dijo el director del complejo de llamado Glacier 3000, Bernhard Tschannen, a la televisión Suiza.

Cuando se acercó, observó una colección de accesorios congelados: mochilas, relojes, una botella de vidrio y botas, todos de hace décadas. Luego descubrió los cuerpos estaban congelados uno junto al otro.

Los cuerpos momificados yacían muy juntos, con ropa propia de los años 40s
Los cuerpos momificados yacían muy juntos, con ropa propia de los años 40s

La hija más joven de la pareja, Marceline Udry-Dumoulin, que ahora tiene 79 años, dijo al diario suizo Le Matin que ella y sus hermanos nunca dejaron de buscarlos.

“Pasamos nuestras vidas buscándoles, sin parar. Pensábamos que algún día podríamos traerlos a casa y ponerlos a descansar por fin”, dijo.

Otra hija, Monique Gautschy-Dumoulin, dijo a Radio Television Swisse que sus padres caminaron hacia el valle la mañana de su desaparición. Era un buen día, dice. Recuerda que su padre iba cantando.

Pero esa fue la última que Monique vería a sus padres, cuya desaparición la dejó como cuidadora de sus hermanos más jóvenes.

Su madre, maestra, y padre, zapatero, probablemente cayeron en una hendidura del glaciar, donde sus cuerpos fueron preservados. Monique dice que era la primera vez que su madre acompañaba a su padre a tal excursión a ordeñar en la pradera. Nunca antes lo había podido  hacer, porque siempre estaba embarazada, y no podría haber trepado las empinadas colinas rocosas y heladas.

Se cree que por algún motivo acabaron en el fondo de un acantilado y ya no pudieron salir. La nieve, y finalmente el hielo que se convirtió en glaciar los cubrió durante varias décadas, hasta este año, en que el hielo se derritió y reveló los restos momificados, yaciendo muy juntos,  y vestidos con ropa propia de los años 40, perfectamente conservada.

El Instituto de Medicina Forense tratará de identificar formalmente los cuerpos, a través de pruebas de ADN, pero los hijos de la pareja están convencidos de que son sus padres.

“Puedo decir que después de 75 años esperando, esta noticia me da una profunda sensación de calma”, compartió Udry-Dumoulin. “Ahora se finalmente que nunca nos abandonaron porque no nos amaran. Ahora se donde estan mis padres, y se que descansan en paz por fin”.