Un hombre se hirvió en vida mientras trataba de tomar un baño en un agua en un ojo de aguas termales extremadamente ácidas, que resultó ser un geiser.
Colin Nathaniel Scott, un hombre de 23 años de Portland, en el estado de Oregon, en Estados Unidos visitaba el Parque Nacional Yellowston, donde murió de forma terrible.
A pesar de la multitud de señalamientos en el parque que previenen sobre los peligros de muerte que esconden las aguas altamente acidificadas, Colin entró a uno de los pequeños ojos de agua hirviente, tratando de entrar y salir rápidamente, de forma de lo más imprudente.
Pero de pronto se resbaló y cayó al ojo de agua, mientras su aterrorizada hermana Sable grababa con el teléfono móvil, sin que se haya autorizado mostrar el video en público, por lo terriblemente trágico de la situación.
El acceso a esa zona del parque fue prohibida, para evitar que otras personas pretendan repetir la hazaña, sin que comprendan que las aguas termales proceden de un supervolcán que yace en las profundidades de la tierra, por lo que el agua aparte de tener una temperatura mortal para el cuerpo humano, también contienen cantidades mortales de ácido tánico, acético y sulfúrico, que pueden disolver un cuerpo en minutos, como sucedió en el caso de Colin.
Los equipos de rescate llegaron a tratar de recuperar su cuerpo, pero debido al alto contenido de minerales tuvieron que regresar horas después con equipo especial de acero, que aguantara lo ácido de las aguas.
Al localizar el cadáver y recuperarlo, éste se disolvió en una masa gelatinosa que se mezcló en el agua.