Este pobre cartero no tiene otra opción más que cargar un palo mientras reparte el correo en una localidad de Massachusetts, en Estados Unidos. La causa? Cada día es atacado por una pandilla de agresivos pavos salvajes. Lo graciosos es que dichos pavos no atacan a nadie más que al cartero! Algunos creen que se debe a que el cartero que tenía la ruta anteriormente, acostumbraba alimentarlos.