Si te aburres en los museos comunes, considera estos 10 museos del terror para tus próximas vacaciones. Sus exhibiciones son realmente perturbadoras y escalofriantes.
10 Museo de la Casa en la Roca
Originalmente diseñada para albergar una colección de básicamente todo, la Casa en la roca en Wisconsin, Estados Unidos, se inauguró en 1959.
Contiene fascinantes exhibiciones, tales como la recreación de una ciudad de principios del siglo XX y un modelo de un monstruo marino de 100 metros de largo. Lo escalofriante de este museo es que todas las colecciones se han dejado podrir en la oscuridad. Ahora, imagina un salón oscuro y húmedo, lleno con peste a descomposición en la que se exhiben maniquíes podridos que se agitan al tocar instrumentos musicales rotos, tocando lo que arece una sinfonía escrita en el infierno. Esta es sólo una de las salas de exhibición. Encontraras otras peores.
Quién no quisiera checar un museo dedicado a cosas tan maravillosas como tratamientos de electroshock y lobotomías? El museo de gore es para aquellas personas que se sienten atraídas por lo impresionante y sangriento. Tiene una exhibición impresionante, la sala de “Cosas Horribles que la gente ha tragado”. También exhiben instrumentos terribles usados para gente con hemorragias y una sala de cine donde proyectan sangrientas escenas del procedimiento paso a paso de las operaciones en tiempos pasados.
En el estado norteamericano de Kentucky, existe un museo con fila tras fila de muñecos de ventrílocuo. Cada asiento del teatro está ocupado por uno, así que cuando lo visites, tendrás que subir al escenario porque no hay lugar disponible en el piso del teatro. LA mayoría de la gente no sufre de Autonomatonofobia, que es la fobia a las figuras humanoides artificiales, pero hasta el más valiente de los valientes sentirá horror ante este terrible despliegue. Sólo piensa “Chuckie” multiplicado por mil.
7 Catacumbas de Palermo.
No fue diseñado para ser museo, pero esto es exactamente lo que las Catacumbas de Palermo se han convertido, en un museo de la muerte. En las entrañas de un museo Capuchino, se encontrarán miles de cuerpos alineados a lo largo de las paredes, vestidos en las ropas con las que fueron enterrados. Se colocaron en el lugar al final del siglo 16. El aire frío y el ambiente seco significó que los cuerpos se preservaran increíblemente bien. De hecho algunos parecen que están dormidos, y listos para despertar y atacar a los visitantes.
6 El calabozo de Londres.
El calabozo de Londres es famoso. Presenta una gran selección de macabros instrumentos de tortura de la Edad Media. Si lo visitas, no olvides tomar tu medicación para el corazón, porque además tiene actores vestidos como torturados o torturadores que saltaran sobre ti en el momento en que estés más concentrado. Es terrible.
Fundado por Cesare Lombroso, el mismo que fundó la Escuela Italiana de Criminología. No es de extrañar que este museo esté lleno de objetos que lo hacen aterrador. Combina una macabra colección de imágenes de videncia de crímenes, armas usadas para destrozar a seres humanos, cráneos, retos humanos e incluso la cabeza de Lombroso preservada en una botella de formaldehido.
4 Madame Tussauds
3 Museo de Anatomía
Honore Fragonard era un profesor de anatomía… hasta que fue a parar al bote por su insanidad criminal. Le tomó veinte años en completar lo que sería el mayor logro de su vida. En 1794 comenzó a colectar cuerpos para lo que sería el Museo de la Anatomía Humana, donde exhibía cadáveres a los que él personalmente despojó de piel y embalsamado con su receta secreta. Su colección contiene cuerpos despellejados de animales, niños, criminales ejecutados y una colección de cráneos de pacientes de asilos para los mentalmente perturbados. Este horripilante museo en París es tan solicitado, que sólo es posible entrar con cita previa.
2 Museo Mutter
1 El Museo del Purgatorio.
De acuerdo a la doctrina católica, una persona que muere con pecados veniales, va a parar al purgatorio para purgar su alma antes de alcanzar el cielo. En la iglesia del Sagrado Corazón en Roma existe un pequeño museo detrás de un altar lateral. Es un lugar verdaderamente aterrador que exhibe documentación de casos de almas que vuelven para espantar a los vivos. Entre los artículos, se encuentra una tabla con señas de quemaduras y rasguños hechos por una mano de otro mundo, además de huellas quemadas en ropa o en sábanas. Quizá el artículo más desconcertante es el de un libro completo con la huella de una palma humana que quemó profundamente las páginas. Pertenece a un monje pecador que profetizó que sufriría en el fuego debido a un terrible pecado desconocido.