Las aguas del océano en Australia, los encuentros cercanos con tiburones son increíblemente comunes.
El tiburón más temido del mundo, El Gran Blanco, pasa una gran parte del año alrededor de la isla continente de Australia, así que no es inusual que eventualmente los pescadores se topen con ellos.
Lo que le ocurrió a Nick Wilks, sin embargo, es totalmente inusual.
Comenzó como un día normal, Wilks estaba de pesca con su padre en el océano frente a Port Pirie, cuando notó un tiburón muy cerca del costado del bote. El Gran Blanco mordió la red, y se negaba a soltarla, rompiendo incluso la superficie del mar y sacando su enorme cabeza del agua, mientras Wilks trataba de subir la red al bote.
No es que el Gran Blanco estuviera enredado o atorado en la red, es que estaba decido a quedarse con ella, no se sabe la causa. No se cree que haya sido por hambre, ya que el gran pez parecía haber comido recientemente, pues había sangre aún en su nariz.
Eventualmente Wilks terminó dando puñetazos justamente en la nariz del tiburón para alejarlo, pero también arriesgando su mano y su vida.