Durante un partido de hockey del equipo ruso HC Amur, las esperanzas estaban perdidas, debido a la paliza que recibían, y necesitaban algo para recuperar la fuerza y no morir de aburrimiento.
Las plegarias fueron escuchadas, cuando durante el intermedio un guardia de seguridad, que había permanecido estoico y profesional, cuando de la nada perdió la compostura y comenzó a bailar, a desabotonar su chaqueta, y a bailar con movimientos propios del Rey del Pop. La multitud recibió justo lo que necesitaba para reanimarse, y comenzaron a aplaudir, más cuando se le unieron un par de porristas.
Al terminar el intermedio, el guardia dejó de bailar, y volvió a su posición muy serio e impávido, sin embargo, la multitud ya estaba reanimada.
Sin embargo, ésto no sirvió al equipo local, que de todas maneras terminó perdiendo 4 a 3. Sin embargo, el juego será recordado como el día que el hombre de hielo volvió a la vida.