La estupidez humana parece no tener límite.
A pesar que todo el tiempo se encuentra uno con gente haciendo cosas imprudentes, la regla número uno siempre ha sido y será: “No toques a los animales salvajes”.
Es tentador hacerlo, pero estas criaturas no son mascotas, y no quieren ser tocadas y normalmente no reaccionan bien ante el indeseado contacto humano.
Prueba es este video, tomado por un hombre que al manejar, distinguió a un cocodrilo en el agua al lado del camino. Decidió bajar a echarle un vistazo, y a casi perder una mano. Qué tarado.