Misterios, Qué loco!

Te amaré por siempre. Cuento corto de terror.

del usuario de reddit markarjoh90

Mi novia murió en un accidente en carro.

El funeral fue terriblemente doloroso. Sólo soporté dar un breve vistazo a su cuerpo,  porque era demasiado para mí.

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Lloré por horas cuando pasó, y seguí llorando por semanas. Me torturaba que nuestras últimas palabras hayan sido duras. Una pelea por teléfono.

Una noche, incapaz de dormir, busqué el teléfono en la oscuridad.  Leí nuestra última conversación, y escribí un nuevo mensaje:

“Yo: Lo siento Liz. Te amaré por siempre”  Oprimí enviar, y traté de dormir.

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Desperté con el tono de mensaje recibido de mi teléfono.  Miré la hora: 1.49 de la mañana. Era un mensaje del teléfono de Liz:

“Liz: Para siempre?”

Me sentí furioso con quien fuera que tuviera su teléfono.

“Yo: Quién eres?”

“Liz: Soy yo, Liz”

“Yo: Quién quiera que sea, por favor, BASTA!”

“Liz: Soy yo, te lo juro. Te lo probaré. Pregúntame algo que nadie más sabría”

La bombardee con preguntas, que contestaba correctamente.  El sol salió antes que estuviera convencido.  Ella dijo que no podía decirme donde estaba, pero que era maravilloso y que estaba feliz.  Dijo que era contra las reglas hablar conmigo, pero que no pudo evitarlo. Eso me hizo sonreír. Ella dijo que no podía llamar, pero que me enviaría textos cuando pudiera.

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Intercambiamos mensajes por meses. Recordábamos los buenos tiempos que pasamos juntos, pero ella se reusaba a compartir detalles de su nueva vida, y no había nada que yo pudiera hacer para que me dijera más.  Leer sus mensajes era suficiente para mi.

Luego me dijo que era tiempo que comenzara a salir con otras chicas. Le dije que no, y discutimos:

“Liz: No debemos comunicarnos más”

“Yo: De qué hablas, como que no?”

“Liz: El contactarte fue una mala idea. Lo siento”

“Yo: No, espera, no me dejes. No puedo perderte otra vez”

“Liz: Te amo. Adios”

LE envié textos cada día por semanas, suplicándole que me contestara. Caí en una profunda depresión, porque había perdido a mi amor dos veces.

Una noche desperté en la oscuridad, en mi cama solitaria. La habitación estaba fría, y oscura. Chequé la hora en el teléfono: 1.49 a. m. No había mensajes. Habría llorado, pero ya no tenía lágrimas.

Escuché movimiento dentro del closet. Miré, y ahí estaba ella! Salió de detrás de mis camisas colgadas. Incluso en la oscuridad, sus delicadas facciones eran inconfundibles.

“Liz” Murmuré. Mi corazón latía muy fuerte. Ella no dijo una palabra, solo me miró y sonrió. La luz de luna que entraba por la ventana hacía que su piel pálida brillara.

De pronto, mi teléfono vibró con un mensaje. Yo salté, ella se detuvo.

Tal vez no puede hablar, pensé. Y leí el mensaje:

“Liz: ESA NO SOY YO!

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