Esta decidida niña no necesita ayuda para resolver sus problemas, y toma el destino en sus propias manos, y se deshace del molesto diente utilizando un cordel atado a una resortera. Sólo dos cosas qué decir: Qué valiente, ouch!
Esta decidida niña no necesita ayuda para resolver sus problemas, y toma el destino en sus propias manos, y se deshace del molesto diente utilizando un cordel atado a una resortera. Sólo dos cosas qué decir: Qué valiente, ouch!