Roberta, joven mujer italiana residente en Londres, salía con un grupo de amigos de un concierto en un pub cercano instantes después del ataque. Se dirigían a cenar algo en los locales de Borough Market. “Vimos ríos de gente corriendo en todas direcciones”, relata a EL PAÍS. “De pronto oímos disparos. Había agentes de policía en pánico, dando instrucciones a los viandantes. Tratamos de alejarnos de las calles principales, que iban siendo cerradas por la policía a nuestro paso”.
La primer ministro Theresa May aseguró que el ataque no está conectado “a nivel red” con los ataque de Manchester y Westminster perpetrados en los últimos tres meses, pero que todos ellos están unidos por la ideología del “Islam extremista”.
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En una comparecencia a las puertas del 10 de la calle Downing, sede del gobierno inglés, anunció una revisión de la estrategia antiterrorista del Gobierno para “derrotar una de las grandes amenazas de nuestro tiempo”, y añadió que en el Reino Unido ha habido hasta ahora “demasiada tolerancia” hacia el extremismo.
Roberta, italiana residente en Londres, salía con un grupo de amigos de un concierto en un pub cercano instantes después del ataque. Se dirigían a cenar algo en los locales de Borough Market. “Vimos ríos de gente corriendo en todas direcciones”, relata a EL PAÍS. “De pronto oímos disparos. Había agentes de policía en pánico, dando instrucciones a los viandantes. Tratamos de alejarnos de las calles principales, que iban siendo cerradas por la policía a nuestro paso”.