La modelo brasileña se había retirado ya del mundo del modelaje, y regresó a hacer un último desfile por la gigantesca pasarela en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Río 2016 para despedirse una vez más en su tierra y con su gente, y el resultado fue espectacular.
La modelo de 36 años deslumbró al mundo con su sensualidad y es considerado uno de los mejores momentos de la ceremonia de inauguración de los juegos olímpicos.