Animales, La vida

La familia planeaba cenar langosta. No contaban con que su pastor alemán la adoptaría y protegería.

La hembra pastor alemán ya era adorable de por sí, pero cuando adoptó a la langosta que trajeron para la cena, el factor de encanto se chinguitriplicó tanto que a la familia no le importó cenar macarrones. Que hermosa.