No hay nada más sentimental que el baile de la hija con su padre, el día de su boda. Este par lleva esta emoción a un nuevo nivel, sobre todo por lo orgullosa que está la novia por los movimientos de su padre, que aún conserva la prestancia y agilidad de los buenos tiempos. Olvídate de “no pares, sigue sigue” “Se la llevó se la llevó el tiburón” o peor “la mesa que más aplauda”, para tu siguiente evento, ensaya esta coreografía y deja a tus invitados con la boca abierta.