Un bebé elefante huérfano fue recibido en su nueva familia con los brazos abiertos. O las trompas, mejor dicho.
La madre del pequeño Dok Geaw murió cuando él tenía sólo cuatro meses. Ella resultó herido al dar a luz, pero aún así la forzaron a trabajar inmediatamente después, en un campo maderero en Tailandia.
El pequeñito que dejó solo al morir fue rescatado más de un año después por la Asociación Parque Natural Elefante en Chiang Mai, un santuario para los elefantes cautivos y obligados a trabajos forzados.
Fue ahí donde lo presentaron a su nueva manada, compuesta por cinco adultos y otro bebé, que corrieron a darle la bienvenida, de forma inesperada y muy conmovedora.
Al llegar , Dok Geaw hizo una pequeña “trompeta” para dar a conocer que estaba en el lugar, y en cuanto lo hizo, su nueva manada vino corriendo para darle la bienvenida.
Su emotivo primer encuentro demuestra que son capaces de experimentar emociones intensas, aún con desconocidos, y que recurren a gestos similares a caricias, para establecer comunicación,
Los cuidadores esperan que la elefante más vieja, Yai Bua tomará el rol de la nueva madre de Dok Geaw. Ya fueron presentados, y parece que el amor nació de inmediato.
Yai Bua fue rescatada en el año 2016 de la ciudad de Pattaya, donde era forzada a transportar turistas a través de la selva. Es una elefante vieja, tiene más de 100 años, y tuvo cinco bebés durante su vida. Sin embargo, fue tratada tan mal que los perdió a todos. Tal vez es el motivo por el que recibe a los nuevos miembros de la manada en el refugio como si fuera su verdadera madre.