El oficial de tránsito de la ciudad de Nueva Jersey, Estados Unidos, Victor Ortiz tenía dos opciones: Dejar que el tren destrozara al hombre que saltó a las vías para no ser detenido, o jalarlo una vez más y arriesgarse a que lo arrastrara consigo, hacia el tren que se acercaba.
Afortunadamente decidió jalarlo una última vez, y con ello le salvó la vida a este hombre que se encuentra bajo custodia para proteger su vida, mientras recibe atención médica y psicológica.
El oficial Ortiz es considerado un héroe por su acto desinteresado, que iba más allá de su deber.